¿Qué es la criptografía o un algoritmo criptográfico?
La criptografía consiste en cifrar y descifrar información para garantizar su privacidad y evitar que caiga en manos de terceros. Se utilizó por primera vez hacia el año 1900 a. C. en el Antiguo Egipto con jeroglíficos sustitutivos que servían para proteger la comunicación. Un algoritmo criptográfico es una ecuación matemática que se utiliza para codificar un texto plano y hacerlo ilegible. Estos algoritmos se utilizan para el cifrado de datos, la autenticación y las firmas digitales.
Hay tres tipos de criptografía:
- Criptografía de clave simétrica: tanto el emisor como el receptor comparten una única clave y el emisor la utiliza para cifrar el texto plano. El texto cifrado se envía al receptor, y este puede aplicar esta misma clave para descifrar el mensaje y recuperar el texto plano del remitente.
- Criptografía de clave pública o asimétrica: en la criptografía de clave pública (PKI), también conocida como «criptografía asimétrica», existen dos claves relacionadas entre sí denominadas «clave pública» y «clave privada». Mientras que la clave pública puede distribuirse libremente, la clave privada correspondiente debe permanecer confidencial. La clave pública se utiliza para cifrar y la privada, para descifrar.
Los algoritmos de criptografía asimétrica más habituales son el RSA y el ECC. Los certificados TLS/SSL utilizan con frecuencia claves RSA, y el tamaño recomendado de estas claves aumenta continuamente (por ejemplo, de 1024 bits a 2048 bits) para mantener la suficiente solidez criptográfica. Una alternativa al RSA es el ECC, que ofrece el mismo nivel de solidez criptográfica con tamaños de clave mucho más pequeños, con lo que se consigue una gran seguridad con menos requisitos computacionales y de almacenamiento. - Función hash: en este algoritmo no se utiliza ninguna clave, sino que a partir del texto plano se calcula un valor de longitud fija, lo que hace imposible recuperar el contenido de este. Los sistemas informáticos suelen utilizar funciones hash para cifrar las contraseñas. Un algoritmo hash habitual es el SHA-256.
